Opinión
[ Volver ]Un año clave para autores y músicos
10/03/2008 - Juan José Castillo
La aprobación de la Ley de Impulso de la Sociedad de la Información (LISI) y el inicio de la actividad del Plan de Normalización Laboral (PNL) señalan el año 2008 como clave en el fortalecimiento de los derechos profesionales y sociales de autores y músicos.
Definitivamente, las condiciones en las que los trabajadores culturales desarrollan su actividad, y la remuneración que han de recibir a cambio, han iniciado un camino de progresión y, también, de difícil vuelta atrás.
Autores y derechos digitales
La LISI y la nueva Ley de Propiedad Intelectual (LPI) cierran el capítulo de la transposición y la adecuación de la legislación española en materia de propiedad intelectual y nuevas tecnologías que impusiera Bruselas. El Congreso, con el apoyo de PSOE, Izquierda Unida y CiU, aprobó proteger a los autores (también a los productores) reconociendo cuáles son los nuevos dispositivos que almacenan y reproducen música y películas, y cuanto han de pagar los fabricantes por cada uno de ellos. De esta manera se inició el comienzo del fin de la desprotección jurídica y del desinterés de los políticos hacia los creadores.
Sí, es cierto que autores, músicos y artistas han sufrido una importante erosión en la credibilidad de su actividad y la legitimidad de su trabajo. Pero eso no preocupa a los creadores pues saben que también el público ha sido víctima de una campaña sin precedentes -orquestada y sistemática- dirigida por quienes al tener intereses económicos en el nuevo mercado digital, han pretendido conseguir que la Cultura tenga precio cero euros.
La erosión, por tanto, es consecuencia de una enorme mentira creada por las empresas TIC cuyo negocio está basado en el mercado de derechos y por los nuevos empresarios que quieren hacerse con un nicho en este mercado a través de dudosos nuevos productos como el copyleft. Ambos, sin embargo, han pasado por alto que pensar en una sociedad tecnológicamente superior que ha decidido no remunerar el trabajo de crear sentimientos es una incongruencia.
La Sociedad de la Información debe sustentarse en la normalización del mercado digital. Una normalización que pasa por el cambio de comportamiento de Internet, esa tienda en casa en la que canciones; películas, libros y software no se pagan (4,5 millones de españoles consumen música a través de redes P2P) y que ya tiene el 14% de la población a través de las 6 millones de líneas ADSL.
La colaboración de las operadoras, los proveedores de conexión y el Gobierno es imprescindible. La firmeza de las entidades de gestión y de los creadores, esencial. El ejemplo a seguir: el modelo Sarkozy implantado en Francia a finales del pasado año.
Músicos y Seguridad Social
Por otro lado, el inicio del Plan de Normalización Laboral (PNL), fruto del convenio firmado entre Artistas Intérpretes o Ejecutantes (AIE) y la Red de Organizaciones de Autores e Intérpretes de Música (ROAIM), dibuja un mapa esperanzador para los músicos a comienzos del presente año.
La cuestión no es nueva, el geronense Grupo de Gestión Musicat ha desarrollado un único, ejemplar e incuestionablemente efectivo modelo de gestión que garantiza la cotización de los músicos a la Seguridad Social a través de sus propias cooperativas. Ahora, el PNL llevará este modelo al resto del Estado. La primera comunidad beneficiada, Madrid, estrena en 2008 Músicos Unidos, Grupo de Gestión, un conjunto de cooperativas perteneciente a la emergente organización Músicos Unidos Siglo XXI (MUS XXI-ROAIM) presidida por Pepe Sánchez.
Más tarde vendrá acabar con la precariedad laboral y conseguir un régimen fiscal especial. Músicos y autores como Antoni Más, Caco Senante, Teo Cardalda, Luis Carlos Esteban, Inma Serrano, Bernardo Fuster, Guti Fernández, Javier Campillo, Enrique Valiño o el propio Pepe Sánchez entre otros, dedican experiencia, conocimiento y tiempo para lograrlo.
La colaboración de otros agentes del sector como los representantes artísticos, los promotores, las salas de conciertos y las entidades de gestión de derechos, además de la propia Administración, será, también en este caso, imprescindible.
Juan José Castillo es asesor cultural y responsable ejecutivo de la Asociación de Compositores y Autores de Música (ACAM), la Red de Organizaciones de Autores e Intérpretes de Música (ROAIM) y el Plan de Normalización Laboral (PNL-ROAIM.) Foto: Eva Castillo
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