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El sector de la música está devastado y la imagen de recuperación que se proyecta es irreal, según denuncian los profesionales

13/07/2020 - NoticiasClave.net

El sector de la música está devastado y la imagen de recuperación que se proyecta es irreal, según denuncian los profesionales

Los efectos de la pandemia de covid-19 siguen dibujando un panorama de absoluta devastación en el mundo de la música que afecta a los artistas y a todo el universo de profesionales, empresas y entidades que trabajan para hacer accesible la músicaal conjunto de la sociedad.

En estos términos se expresa en un comunicado emitido este lunes, la Academia Catalana de la Música, que agrupa a músicos, productores, escuelas, editores, discográficas, representantes artísticos, festivales, etcétera. Según la Academia, el 95 por ciento de la actividad del sector permanece cancelada

El texto íntegro de la denuncia es el que sigue: "Mientras el resto de sectores económicos comienzan a recuperar una cierta normalidad, la actividad musical sigue en una parada casi total, sólo paliada por algunas iniciativas puntuales de música al aire libre sometidas a limitaciones estrictas de aforo o formatos de recital con sillas que obligan a los artistas a aceptar retribuciones mínimas o insignificantes y que fuerzan a los promotores a reducir gastos de producción a la vez que incrementar gastos generados por los protocolos de seguridad sanitaria. Iniciativas ruinosas, en definitiva, que se pueden contar con los dedos de las manos y que trasladan a la opinión pública una apariencia de normalidad, cuando en realidad la actividad del sector ha sido cancelada o anulada en más de un 95 por ciento. Si añadimos que desde la administración no hay previsiones ni calendarios de recuperación de la actividad, entenderemos el consecuente aumento de la incertidumbre y la angustia de los miles de personas que trabajan.

La actitud de los ayuntamientos

En cuanto a los ayuntamientos, fuera de Barcelona y su área, estamos asistiendo a la anulación de muchos contratos artísticos. Los ayuntamientos ya pueden organizar actuaciones al aire libre durante las fiestas mayores pero, en cambio, la mayoría de ellos optan por no hacerlas y no indemnizan adecuadamente los artistas y / o empresas organizadoras de los espectáculos con los que ya tenían acordadas las fechas. Se pone de manifiesto una falta absoluta de sensibilidad hacia el mundo cultural y artístico y una falta de ética en la gestión pública altamente preocupante.

La confusión generada desde la Generalidad

Por otra parte, es alarmante el desbarajuste provocado por la Generalitat una vez recuperadas las competencias en cuanto a la desescalada de la actividad musical en espacios cerrados. La Generalitat ha actuado de manera inadecuada en aprobar de forma unilateral y precipitada una resolución de urgencia que permitía la apertura de las salas con un 50% del aforo y tres días más tarde, también de forma unilateral, otra donde se 'anulaba la primera y se prohibía explícitamente el baile. Esto generaba una paradoja porque se dejaba abrir los espacios que tienen el baile como actividad principal, pero con la prohibición explícita de realizarla. Además, a pesar de que desde el 10 de junio se había iniciado una mesa de trabajo conjunta entre las Consejerías de Interior y Salud y las diferentes asociaciones profesionales del sector para consensuar un plan sectorial y un proceso escalonado de reinicio, en ningún momento se ha tenido constancia ni se han podido debatir las decisiones unilaterales del Gobierno. De este modo, el proceso de participación de la administración con el sector y el trabajo que se estaba haciendo ha quedado totalmente menospreciada, lo que demuestra, una vez más, la incapacidad de priorizar los intereses colectivos o de sector para encima de las estrategias electoralistas.

Estamos de acuerdo: primero es la salud, pero sin agravios comparativos hacia la cultura

Entendemos que la gestión de esta crisis no es fácil, que la salud pública debe tener un peso fundamental en cualquier decisión y que la actividad de los espectáculos musicales se desarrolla en unas condiciones que pueden generar un riesgo de contagios que hay que controlar. El sector está firmemente comprometido. Sin embargo, también vemos cómo se está recuperando la actividad general, por ejemplo con la apertura al turismo, la libre circulación de personas entre territorios, la eliminación de limitaciones de aforos en el transporte público o las grandes superficies comerciales. Además, en otros sectores se están produciendo rebrotes del virus, pero no se plantea en ningún momento el cierre sectorial o la prohibición explícita a ejercer su actividad. En cambio, a pesar de las medidas existentes para mantener la seguridad en los conciertos y el hecho de que no se haya identificado ningún brote en ningún evento musical, se sigue sin permitir que las actividades musicales empiecen a tener lugar con unos mínimos de viabilidad y de forma controlada y legal y se sigue presentando la totalidad de los conciertos como actividades de alto riesgo. Y todo ello en un contexto donde proliferan fiestas clandestinas en locales, casas particulares, parkings o en la vía pública, sin ningún tipo de control sanitario.

Ni protección de la propiedad intelectual en el mercado digital ni Estatuto del Artista

A todo este panorama hay que añadir, en primer lugar, que el sector lleva reclamando activamente en España la transposición urgente de la "DIRECTIVA (UE) 2019/790 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 17 de abril de 2019 sobre los derechos de autor y afines en el Mercado único digital ", sin obtener ningún tipo de respuesta. Es una situación sorprendente, pues las deficiencias del sistema de retribución del mercado digital de la música hacen imprescindible y urgente la aplicación de las normas de equilibrio y equidad de las licencias con las plataformas digitales para retribuir el valor real de lo que aportan los creadores (músicos, artistas, autores y titulares de derechos). En segundo lugar, hay que denunciar que se han paralizado totalmente los avances realizados hasta el momento con el proyecto del Estatuto del Artista, que es absolutamente indispensable para solucionar de una vez las muchas carencias legales y estructurales causantes de la precariedad que desde hace décadas sufren los artistas y trabajadores de la cultura.

Pedimos respeto y consideración por el sector de la música

Es por ello que reclamamos a todas las administraciones públicas que se tenga en consideración el sector musical y su situación de emergencia. A pesar de las dificultades que puedan haber para recuperar la actividad,  es necesario que todas las partes nos ponemos a trabajar intensamente para conseguir que la música se pueda volver a disfrutar de forma presencial en nuestras plazas, calles, salas, clubes y cualquier espacio de forma controlada, consensuada y tutelada, del mismo modo que se hace con el resto de actividades generales. Asimismo, pedimos que no se abandone la tarea de regularizar y solucionar la precariedad en que históricamente se encuentra el sector y que en estos momentos se está haciendo mucho más evidente. No hay personas con nombres y apellidos responsables del desastre, pero sí que todo ello forma parte de una dinámica general, de una acción política que ha ignorado, caricaturizado y menospreciado la música y la cultura desde tiempos predemocráticos. Ahora no podemos desfallecer. Debemos defender que los ciudadanos tengan acceso a la cultura y debemos asegurar su sostenibilidad. Si no lo conseguimos, vamos a pagar un precio muy alto: se deberá recurrir a fondos públicos para rescatar un sector en peligro de extinción o bien dejarlo morir definitivamente".

 
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