David y Jose Muñoz festejan 20 años de coherencia artística y éxitos con ‘El libro de Estopa’

02/07/2020 - Redacción/NoticiasClave.net

El dúo de David y Jose Muñoz, Estopa, ha cumplido 20 años de triunfante carrera profesional. El momento les ha parecido adecuado para aceptar la propuesta que tiempo atrás les hizo el periodista musical y escritor Jordi Bianciotto, publicar un libro sobre sí mismos y hacerlo sin rubor, porque 20 años de trabajo coherente y bien hecho es algo de lo que se puede hablar.

Y lo hacen largamente en ‘El libro de Estopa’ (Espasa, 2020), en 328 páginas ilustradas con varios pliegos de fotografías.

La narración es de los dos hermanos Muñoz y también de algunos familiares, su padre, Pablo, especialmente, y conocidos, pero el texto es de Jordi Bianciotto, uno de los más acreditados cronistas y críticos musicales del país, que ha hilado las historias y anécdotas de manera fluida e interesante.

El relato no nos remonta a 1999, cuando Estopa sacudió el mercado musical español vendiendo un millón y medio de ejemplares de su primer álbum, sino que nace en Sant Ildefons, el barrio de adopción de la familia Muñoz, Pablo y Paula y sus hijos, David y Jose.

El barrio es, pues, la primera referencia que encontrará el lector y la que estará presente a lo largo de todo el texto. Se habla de bares —el escritor y los artistas se reunían en el Café Berlín, en Cornellà, pero aparece también, destacado, el Bar La Española, que regentaron los padres de los Estopa—, se cita la escuela, a las maestras, los primeros trabajos, las aficiones musicales, Los Chichos, Peret, los rumberos que influyeron en el estilo del dúo, al igual que El Junco, al que oían ensayar cuando, siendo chicos, pasaban ante su domicilio y se quedaban un rato para escucharle desde la calle.

Toda esa naturalidad y coherencia personal que muestran los hermanos parece absolutamente cierta, según se desprende de lo que cuentan en el libro. Hay datos interesantes sobre la inmigración y sobre los cambios de Cornellá con el alcalde Montilla. Sus padres, naturales del pueblo pacense de Zarza-Capilla, se instalaron en Sant Ildefons, un barrio que al principio se llamaba La Ciudad Satélite, y al que cantaba La Banda Trapera del Río en ‘Venid a las cloacas’. De uno de los integrantes de esa banda que cabalgaba entre el rock duro setentero y el punk, Emilio Hita, los jóvenes Muñoz tomaron lecciones de guitarra.

‘El libro de Estopa’ es también, o sobre todo, un completo relato de la carrera profesional de dos músicos que se definen como un par de chiflados y que reniegan de adjetivos por el que darían el alma otros artistas que tratan de afianzarse en la industria de la música comercial con el de triunfadores, por ejemplo. 

La coherencia, al igual que la chispa de sus composiciones e interpretaciones, ha contribuido en gran medida a su éxito. Su padre se ocupa desde el principio de muchos de sus negocios y su oficina de contratación, Producciones Heredia, dirigida por unos hermanos manchegos afincados en Madrid, sigue siendo la misma que hace 20 años. Su vida personal, sobre la que no quieren dar más datos que los esenciales, se desarrolla como siempre. La singularidad de ser personas normales, cordiales y empáticas, es una de las claves de su carrera. El libro, extenso, pero de amena lectura, podría ser una asignatura recomendada para cantantes y ejecutivos discográficos que apuestan por la sofisticación para llamar la atencón y asaltar con eficacia el rutilante universo de las listas de ventas musicales.