Opinión

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Editorial Clave: Hay que explicarlo

17/07/2009 - RevistaClave.com/NoticiasClave.net

La crisis económica producirá cambios profundos en las industrias culturales y concretamente los sectores de la música y de los espectáculos en directo se verán obligados a eliminar muchos puestos de trabajo y a crear, a su vez, otros diferentes que abran nuevos caminos, aunque inicialmente estarán pésimamente remunerados.

A los cambios de los modelos de negocio, que aún están en pañales porque no se sabe bien cómo rentabilizar las inversiones, o de ‘monetizar’, como se dice en el spanglish de la industria musical, se suma la crisis general y su terrible incidencia en el sector del directo. Los municipios, que son, en el mercado español, los principales clientes de artistas, orquestas, compañías de espectáculos y, claro, de intermediarios del sector, como los representantes y apoderados artísticos, han reducido en porcentajes enormes, hasta del 80 % a veces, sus presupuestos de cultura.

Ese dinero que se está esfumando no se recuperará en años. Las otras administraciones, como diputaciones, autonomías o Gobierno central, también están reduciendo partidas de cultura o tienen planeado hacerlo.

Para compensar parcialmente esa situación o para dar una imagen positiva al sector se están creando líneas de crédito a bajo interés. Parece que se quiera lanzar el mensaje de que las empresas que tengan buenos proyectos que puedan funcionar en cuatro o cinco años van a tener alguna posibilidad de resistir, sea gracias a esos créditos o no.

Sin embargo, el sector del espectáculo y la mayoría de sus trabajadores suelen vivir al día. No sólo los músicos, que han visto drásticamente reducidos sus ingresos por falta de contratos, también otros muchos profesionales, empresas y microempresas, desde los agentes artísticos a las firmas de producción, sonido e iluminación.

Estas últimas empresas, por ejemplo, han funcionado siempre utilizando la mayor parte de sus ganancias para renovar equipos o elementos técnicos, al igual que muchos artistas, orquestas y compañías de teatro destinan todo lo que tienen a mejorar sus espectáculos o a nuevos proyectos.

Una gran mayoría de los profesionales del espectáculo ha preferido siempre reinvertir en sus carreras que a ahorrar para sus casas.

Por eso se encuentran mal dotados para afrontar el impacto acumulado de los cambios de modelos más la crisis, que obliga a emprender muchas nuevas actividades poco ‘monetizables’ por ahora, como la de explorar las nuevas vías de promoción, cosa que ocupa muchísimo tiempo, o la de buscar escenarios y ajustar los espectáculos, o la de encontrar nuevos espónsores, entre otras.

En suma, hay mucho trabajo por hacer, está mal pagado y los profesionales que siguen con ilusión y creatividad en el sector tienen los recursos muy limitados.

Mientras tanto el tejido de la industria cultural se destruye, lo que a veces se enmascara con los grandes simulacros culturales.

Eso afecta a todos, no sólo al sector, sino a la sociedad entera. Hay que explicarlo para que todos reaccionemos.

  • Editorial del Nº 61 de la revista CLAVE Profesional. Julio-septiembre de 2009.

 
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